Llegan esos días que esperamos
durante meses, días para disfrutar, abstraernos, desconectar, estar con las
personas que queremos, compartir experiencias y/o aventuras, realizar sueños…
sucede que hay personas que son capaces de dejarse llevar por esos días y
momentos, que no planifican e improvisan, y los hay metódicos y organizados, que
buscan y rebuscan en guías, libros, apps, foros… buscando la vista perfecta, el
lugar inolvidable, el restaurante idóneo… organizan el horario a cumplir, los
lugares imprescindibles a los que acudir....
Y tu, ¿de cuál de ellos eres? ¿Eres
de los que organiza y tiene todo bajo control y cuando algo no sale como esperabas,
te cortocircuitas?, ya no es posible conseguir las vacaciones soñadas y
esperadas… o ¿eres de los que pasan los días a ver lo que sucede y sin darte
cuenta han terminado tus vacaciones y sientes que has perdido una buena
oportunidad de disfrutarlas al máximo?
Hay una tercera posibilidad, son
aquellos que consiguen disfrutar de sus vacaciones, ¿cómo se hace esto?. Las probabilidades de disfrutar al máximo de
nuestras vacaciones van a depender del equilibro entre la organización y la improvisación.
Todo lo que nos lleve a los extremos del control o del total descontrol es lo que
condicionara que tengamos sensación de pérdida de tiempo o de expectativas no
cumplidas.
Así pues , prepara tus
vacaciones, piensa qué deseas hacer, con quién, dónde…planificar las próximas semanas
nos ayuda por un lado a sobrellevar estos días “finales” y la sensación de “necesito
un descanso”, hace que se pasen más
deprisa y también permiten generar una expectativa positiva de lo que va a
suceder o puede suceder. Pero a su vez, sé lo suficientemente flexible como
para dar margen a que ocurran cosas imprevistas, que descubras lugares, personas...
Una vez estés de vacaciones, déjate
llevar, permítete saltar tu guión por algo o alguien, no sabemos lo que nos
depara el camino, quién o qué se cruzara en él…porque ya sabéis, cuando nos relajamos la vida fluye
y, con ella , muchos acontecimientos y
emociones. Disfruta del aquí y el ahora, de ese cafecito con hielo a la sombra,
ese arrocito a la orilla del mar, esa siesta bajo el árbol, una puesta de sol o
un amanecer, disfruta de la compañía, también de la tuya. Coge un buen libro o
una buena peli, o un divertido juego de móvil, ¿por qué no?. Permítete, sobre
todo, sentir. Olvida, olvida por unos días, nada de noticias, de malas
noticias. Vive a tus amigos, a tus hijos, a tu gran amor, a tus padres, vive la
vida.
Para aquellos que no dispongáis
de vacaciones, también podéis aprovechar estos días de calor y buen tiempo para
disfrutar de todo lo que he comentado anteriormente, no es necesario alejarse
para que la vida nos sorprenda.
¡Disfrutad de estos días!
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