
Pocas cosas hay tan fastidiosas
como sentir que alguien nos explica cómo son las cosas y cómo deben ser para que
funcionen mejor. Y aun cuando podemos constatar que nuestra pareja tiene razón,
el modo cómo nos lo dice, nos irrita y hace surgir en nosotros el deseo de
hacer lo contrario. Es más, nuestra pareja se trasforma en un autentico
pelmazo/a, y esto es porque, lo que es emocional, no debemos pasarlo por la razón
ya que entonces se reduce a algo distante y frío.
2.- RECRIMINAR
Someter a nuestra pareja a un proceso
en el que puntualizamos sus culpas y responsabilidades tiende a producir en el
acusado cierta reacción de rebeldía. Cuando nos sentimos cuestionados y
condenados se desencadena una reacción visceral y emotiva: el rechazo y la
rabia, lo que hace que se anule la culpa y aparezca el deseo de escapar o
atacar (generalmente con reproches).
Recordad que cada vez que se os
ocurra recriminar algo a alguien, el resultado no va a ser la aceptación de
nuestras razones, sino una reacción de rechazo emocional que puede llevar al
distanciamiento o al enfrentamiento.
3.- ECHAR EN CARA
Es una manera de comunicarnos con
la pareja que no hace sino exacerbar, en vez de reducir, aquello que deseamos
conseguir. El que echa en cara, se coloca como víctima del otro y desde su
posición de dolor, utiliza su propio sufrimiento para inducir a la pareja a que corrija aquellos
comportamientos que lo han generado.
Por desgracia, el resultado habitualmente es que, no solo la pareja no
cambia de comportamiento, sino que además se enfada y a menudo suele empeorar
la situación.
Como afirma Víctor Maturana: “No
son los tiranos los que crean a los oprimidos, sino al revés”.
Se crea un círculo vicioso, entre
el que echa en cara y el que sufre, donde el culpabilizado es llevado a reaccionar
rechazando o atacando al otro que, al actuar como víctima, lo coloca en esta
posición. Actuando así, la víctima aumenta la sensación de serlo y se sentirá
aun mas metida en este rol, lo que desencadenara una posterior reacción de
rechazo o agresión por parte de quien se hace sentir culpable.
Attalo: “Una mala conciencia bebe
ella misma la mayor parte de su veneno”; por tanto, si nos hacemos las víctimas
acabamos por bebernos nosotros todo el veneno producto de la situación que se
crea.
4.- SERMONEAR
Consiste en proponer aquello que
es justo o injusto a nivel moral y, en base a ello, examinar y criticar el
comportamiento de los demás. Lo que produce en el otro es el deseo, aun no
teniéndolo, de transgredir las reglas morales del sermón.
5.- "¡TE LO DIJE!"
Esta frase o alguna de sus
variantes: “yo ya lo sabia…” “si me hubieras escuchado...” produce en el otro
sensaciones de provocación, irritación y descalificación. Lo que de fondo nos
esta diciendo la persona con esta frase, es que hemos cometido un error por no
haberle hecho caso o no dar importancia a sus palabras. Si de por si estamos a
enfadados con nosotros mismos por el error cometido, que vengan y nos digan “Ya
te lo dije”, no hace sino enfurecernos más con nosotros mismos y con el otro/a.
Además, el efecto desastroso de esta frase es directamente proporcional a la
importancia emocional que la persona que nos la dice tiene para nosotros.
6.- "LO HAGO SOLO POR TI"
Esta frase declara un sacrificio,
lo que hace sentirse al otro en deuda y le obliga a recibir algo que no desea,
lo que hace que se sienta inferior. Este mensaje genera mucha irritación porque
es ambivalente: tendría que agradecértelo por tu generosidad, pero yo no lo he
deseado ni solicitado.
7.- “DEJA, YA LO HAGO YO”
Esta es una frase que se disfraza
de gentileza pero en realidad esconde una forma de descalificación de las
capacidades de la otra persona: “déjame hacer a mi lo que tú no eres capaz”. El
resultado: grandes dosis de frustración y a la vez aparece la delegación en el
otro, ya que si yo no sé o no puedo o no me dejas…entonces para qué lo voy a
intentar?. Un ejemplo: si tu pareja hace
la cama y tú consideras que no esta bien hecha y le interrumpes o la vuelves a
hacer, el efecto que conseguirás es que deje de hacer la cama delegando en ti y
generándose en tu interior la sensación de que “todo tengo que hacerlo yo”.
8.- REPROBAR
Se trata de una frase en la que primero
se felicita al otro por algo que ha hecho pero luego se afirma que, sin embargo, se podría haber
hecho mejor, más o que aquello no fue suficiente. Por ejemplo: “Ay flores! Que bonitas!
Pero es que se estropean...”
Ahora ya sabéis cómo podéis
esforzaros en que una relación de pareja vaya a peor y cómo crear problemas
entre vosotros. Y es que la comunicación es esencial entre las personas…y qué difícil
es saber comunicar adecuadamente eh??.
Documentado en "Corrígeme si me equivoco" Giorgio Nardone. Ed Herder 2006.
Viñetas de Maitena "Superadas 1"
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